Monday, July 14, 2008

PORQUE EL ARTE TAMBIÉN ES UN DERECHO.

VII Festival de Teatro Infantil EDUCARTE

Agosto 2008

La función del arte en la sociedad es edificar, reconstruirnos cuando estamos en peligro de derrumbe." Sigmund Freud

¿QUÉ ES EDUCARTE?

La Asociación Producciones Artísticas Educarte es un colectivo de grupos de Teatro y Títeres Independientes, con una amplia trayectoria en el quehacer artístico para niños, niñas y jóvenes; quienes creemos en el arte como una herramienta imprescindible para el desarrollo de conocimientos y valores además de un componente fundamental de apoyo a la educación formal a través de la estimulación temprana. Este colectivo está conformado por los grupos: Teatro y Títeres Cucaramácara, Teatro Contraluz, Teatro Giratablas, Proyecto Cultural La Pulpe, Teatro El Almo y Teatro Aby.

Con el VII Festival Educarte pretendemos dar continuidad al proceso de fortalecimiento, promoción y difusión del teatro infantil y familiar que venimos desarrollando desde hace ya más de una década.

En esta oportunidad a través del proyecto ProArtes del Ministerio de Cultura y Juventud nos proponemos, además de la realización del Festival Metropolitano durante todos los domingos de agosto en el Teatro Variedades; ampliar nuestra cobertura, realizando 15 representaciones de los grupos de Educarte distribuidas entre las provincias de Guanacaste, Puntarenas, Limón, San Carlos y Pérez Zeledón. Uno de nuestros propósitos es impulsar la acción cultural comunitaria a partir de la participación, organización y gestión comunal, de modo que la llegada de los espectáculos sea el resultado del trabajo de las organizaciones sociales de cada comunidad.

Hemos seleccionado un repertorio de espectáculos que no solo contribuyan a través de la diversión y el disfrute estético del público asistente, sino también fomenten el aprendizaje y la reflexión sobre temas de importancia y actualidad. Creemos que el arte, a través del placer estético que genera, es una gran herramienta educativa que potencia la creatividad, la sana convivencia y promueve valores y actitudes fundamentales desde la infancia.

Wednesday, July 2, 2008

GRUPOS DE ARTE ESCÉNICO EN COSTA RICA: SOSTENIBILIDAD POR RESOLVER

Giancarlo Protti Ramírez
Asociación Cultural Giratablas

grupos de Arte Escénico en Costa Rica: SOSTENIBILIDAD por resolver

Resumen:

La presente ponencia se refiere a las relaciones que enfrentan los grupos de arte escénico en Costa Rica, en procura de lograr su sostenibilidad en el plano productivo. Con respecto a la situación que atraviesan los grupos de teatro, danza y música, se pueden enunciar una serie de variables, no sólo referidas a sus propias prácticas artísticas, sino también relacionadas con la herencia de circunstancias históricas, así como con el acontecer económico y político de la actualidad.

Dentro de la lista de obstáculos que enfrentan los grupos de arte escénico a nivel social, sobresalen circunstancias como la falta de reconocimiento de la dimensión productiva de la cultura; debilidad en los mecanismos para elaborar políticas culturales representativas; opacidad de valoración hacia el arte escénico como parte de la diversidad cultural y en relación con el desarrollo social; desinterés de “los mercados” globalizados por los productos de menor convocatoria pública; escasez de programas dedicados al incentivo de la creatividad; ausencia de un programa de formación en gestión cultural y carencia de una legislación cultural especializada.

En la lista de obstáculos a nivel interno que “arrastran” los grupos de arte escénico, como organizaciones civiles y como sector artístico, cabe mencionar, debilidad en la implementación de sistemas administrativos y financieros; desarticulación gremial; dificultad para conformar redes de cabildeo e influencia; desconocimiento de las nuevas tendencias que conceptualizan y ejercitan la organización desde la gestión cultural.

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En Costa Rica en los últimos 25 años, la implementación o puesta en práctica de políticas culturales desde el MCJD[1], no ha sido una tarea consecutiva y coherente, sino que ha respondido a las dinámicas políticas y concepciones de cada periodo. No obstante, de manera intermitente, ha contado con funcionarios que han logrado interpretar el momento y las necesidades de sectores específicos de la cultura, gestando programas, infraestructuras y presupuestos al servicio de su crecimiento.

Sin embargo, muchos sectores de la producción cultural no se sienten representados o estimulados en los planes y programas del MCJD. La situación es irregular y confusa para los sectores integrados por artistas y promotores independientes, asociaciones culturales y comunales, empresarios que generan algún tipo de producto o servicio cultural, e intelectuales que practican algún tipo de investigación relacionado con temas culturales.

Actualmente no se considera que le corresponda exclusivamente al Estado la creación de las políticas culturales, porque se le visualiza como posible facilitador en la participación de los diferentes actores sociales, para la elaboración de las mismas. Sin embargo, la participación ciudadana o la democratización en el proceso de elaboración de políticas, no es un asunto tan mecánico como simplemente llamar a la población a opinar. Promover la participación ciudadana requiere de estudios específicos y de elaboradas metodologías participativas, que garanticen la efectividad de los encuentros y de los mecanismos empleados.

Por otra parte, los contenidos que integran una política, representan la ideología o los intereses de un grupo determinado en el poder, muchas veces contrarios a las ideas y necesidades del sector social representado. Poner en una mesa los diferentes criterios y seleccionar los más oportunos para el beneficio común, requiere de mucha madurez política en el sector cultura, para poder sacar provecho y beneficio común.

En Costa Rica aunque el mecanismo todavía no es muy claro, resulta evidente la falta de políticas culturales, que articulen el binomio cultura y desarrollo. Esto pone en evidencia, que el concepto de que la producción cultural está en capacidad de aportar al desarrollo económico e integral del país, se encuentra aún en ciernes. Quizás se trata de una utopía que demanda urgentemente acercarse a la realidad.

En este contexto, la práctica de los grupos de arte escénico, se caracteriza por ir solucionando cotidianamente y de manera individual, los embates de la producción y la promoción escénica. Justamente desde esta praxis a veces irresoluta, se desprende la necesidad de encontrar formas operativas para la sostenibilidad de su producción.

La gran mayoría de las organizaciones culturales y de los grupos artísticos, procuran mejorar la calidad de su arte, sostenerse económicamente, mejorar su tecnología para optimizar y hacer más eficiente su producción, profundizar la circulación de su producto, cautivar nuevos públicos y mejorar en definitiva sus condiciones laborales y su calidad de vida.

Cobra entonces sentido, intentar solucionar una parte de las necesidades básicas desde el propio sector, desde la propia comunidad productiva, que además otorga a sus miembros identidad, posibilidad de crecimiento organizativo, y en algunos casos, sentido de pertenencia a una red social. Un sector organizado puede generar redes de cabildeo, para luego influir en la configuración de políticas que le faciliten su desarrollo.

La sostenibilidad se puede lograr mediante la implementación de estrategias de crecimiento y desarrollo, en donde se combinan una serie de objetivos, tácticas, acciones y métodos, para posibilitar el alcance de una o varias metas.

Algunas partes de una estrategia pueden ser desarrolladas y alcanzadas por un solo grupo, como las relacionadas con producción de un espectáculo, capacitación y asesorías específicas, mercadeo y financiamiento de un proyecto particular. Pero los temas mayúsculos como el reconocimiento de la dimensión productiva de la cultura, el reconocimiento de la diversidad cultural, o la implementación de políticas públicas que faciliten el desarrollo del sector, sólo pueden ser impulsados mediante estrategias colectivas, con la participación de grupos con necesidades e intereses afines.

La conformación y consolidación de redes de grupos y artistas escénicos, para cabildear e influenciar a favor de la resolución de sus necesidades específicas, se torna una urgencia en los propósitos de hacer de las asociaciones culturales y de los grupos artísticos de teatro, música y danza, organizaciones estables, sostenibles y duraderas, capaces de ofrecer todo su potencial al desarrollo integral de las comunidades y del país.

Paralelamente, los grupos de arte escénico deben ir resolviendo los vacíos existentes en aspectos administrativos y contables, tecnológicos y operativos. Se requiere mayor actitud hacia la investigación de temas culturales y de metodologías para la planificación, gestión del proyecto y evaluación.

La gestión cultural es un conjunto de conceptos y herramientas, utilizados para contextualizar socialmente, proyectar, financiar, producir y evaluar, procesos orientados a propiciar el desarrollo cultural. El gestor cultural busca el reconocimiento de la cultura como un derecho humano primordial, así como visualizar la dimensión de la producción artística y cultural, mediante la estimulación de proyectos relacionados con economía, legislación, turismo, educación, industria, dinamización del patrimonio y redes de información y cabildeo.

En América Latina, la necesidad de implementar planes de formación en gestión cultural, surge especialmente en los años noventa, a partir de la acumulación de contradicciones heredadas de una época de cambio de modelos políticos y económicos, sobre todo ligados a la transformación del papel del Estado y al rol que vienen a cumplir las organizaciones civiles en la era de la globalización.

En Centroamérica resulta eminente la necesidad de crear un programa formativo en gestión cultural, pues se cuenta con una importante cantidad de instituciones, empresas y creadores artísticos dedicados a la producción cultural, pero hay muy pocos profesionales capacitados para la administración de espacios culturales, para la ejecución de proyectos o para la gestión de procesos de cambio, que a través de la acción cultural generen beneficios colectivos a sus propias comunidades. La gestión cultural en Centroamericana es un campo en plena construcción.

América Latina por sus características demográficas, de extensión territorial y de diversidad cultural, se encuentra en capacidad de crear planes regionales para proteger, producir y hacer circular sus bienes y servicios culturales. Para ello deben profundizarse los estudios de su propio comportamiento cultural, ampliar los sistemas de información e incentivar a los gobiernos, empresas y organizaciones civiles, para que implementen plataformas de circulación y difusión escénica.

Las formas artísticas en la globalización, tienden a configurarse desde la lógica del mercado y de sus representantes trasnacionales y no desde la lógica del desgastado Estado-nación o desde el impuso creativo de las comunidades. En el caso del arte y de la producción cultural, dado su valor pluridimensional, es claro el eminente peligro de dejar su legitimación al mercado, que privilegia el valor mercantil por sobre el valor cultural y su función dentro del desarrollo integral de las comunidades y países.

Existe sin embargo una parte de la globalización, de la cual se han venido apropiando unos y otros para la consecución de sus metas, especialmente en el uso tecnológico del Internet y de la comunicación digital. Pero conviene pensar, el como insertar los productos y servicios culturales en los circuitos de circulación, sin que la lógica del mercado violente sus formas y contenidos identitarios, en función de la venta.

La obsesión empresarial por impulsar el desarrollo sólo desde un punto de vista económico y tecnológico, produce serios estragos a los intereses de la comunidad, pues deja por fuera sus opiniones, necesidades culturales, aspiraciones y visión particular del desarrollo.

Habría que promover una política que propicie el pluralismo, la generación de oportunidades para las diferentes partes, el acceso a recursos e información. Se pone de manifiesto, la necesidad de consolidar instancias para estimular el diálogo entre el Estado, el sector privado y el sector artístico, para facilitar los procesos de producción y circulación escénica, así como para la implementación de estrategias de sostenibilidad, mediante planes propios y alianzas multilaterales.

Un elenco de acciones recomendadas para las artes escénicas:

Aún cuando no existen pasos únicos a seguir, puesto que las metas y necesidades de cada grupo varían, pueden enunciarse una lista de acciones que coadyuven las intensiones de los grupos para lograr procesos de sostenibilidad en su gestión, producción y promoción artística.

  1. Propiciar condiciones para el fortalecimiento de redes de artes escénicas en información, coproducción, circulación, cabildeo e influencia.
  2. Estimular la creación de mecanismos participativos, para generar influencia en la elaboración de las políticas culturales públicas.
  3. Promover políticas y legislación cultural para provocar el reconocimiento de la dimensión productiva de la cultura, el reconocimiento de la diversidad cultural, el desarrollo cultural comunitario, el estímulo a la creatividad, el fortalecimiento del sector profesional independiente y el incentivo fiscal a las empresas que financien proyectos culturales.
  4. Estimular la investigación de temas relacionados con la gestión cultural e implementar estrategias de desarrollo al interno de los grupos y de las redes.
  5. Promover proyectos para la creación de planes de formación en gestión cultural, así como la incorporación del estudio de las artes escénicas en la educación primaria y secundaria.
  6. Establecer circuitos de circulación nacionales, así como para la promoción internacional del arte escénico costarricense.
  7. Impulsar proyectos relacionados con el turismo, los medios de comunicación y el patrimonio tangible e intangible.
  8. Facilitar el estudio, la capacitación o las asesorías en sistemas administrativos, financieros, tecnológicos, de redacción de proyectos, de diagnóstico, planificación y evaluación, de técnicas de trabajo en grupo y de dinámicas creativas para la superación de barreras y resolución de conflictos.
  9. Generar alianzas estratégicas con el Estado, las instituciones públicas autónomas, las municipalidades, las empresas privadas, la cooperación internacional y las organizaciones civiles, para la consecución de metas comunes.
  10. Defender y fortalecer los espacios, políticas, planes y presupuestos dedicados a la investigación estética y la creación artística, como la esencia vital de los grupos de arte escénico.


[1] Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes.